Existen muchos tipos de tecnologías de techos verdes para quienes buscan reducir sus facturas de energía y su huella de carbono. Sin embargo, una característica que casi todos los techos verdes comparten es su relativa planitud. Aquellos con techos con mucha pendiente suelen tener dificultades para mantener el sustrato de cultivo en su lugar debido a la gravedad.
Para estos clientes, la firma de diseño neerlandesa Roel de Boer ha creado una nueva teja ligera que puede instalarse en techos inclinados, comunes en muchas ciudades de los Países Bajos. El sistema de dos partes, llamado Flowering City, incluye una teja base que se fija directamente a cualquier teja existente y un espacio cónico invertido donde se puede colocar tierra u otro sustrato, permitiendo que las plantas crezcan erguidas.
Concepción artística de cómo se puede aplicar el sistema Roel de Boer a un tejado inclinado existente. Imagen de Roel de Boer.
Ambas partes del sistema están fabricadas con plástico reciclado duradero para reducir el peso del techo, lo cual suele ser un factor limitante para los techos verdes planos convencionales. En días de lluvia, el agua de lluvia se canaliza hacia las bolsas de drenaje y es absorbida por las plantas. El exceso de lluvia se drena lentamente, pero solo después de ser retenido brevemente por las bolsas y filtrado de contaminantes, reduciendo así los picos de demanda de agua en las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Primer plano de los canales cónicos utilizados para sujetar la vegetación al techo. Imagen de Roel de Boer.
Debido a que las bolsas de tierra están aisladas entre sí, el aislamiento térmico de las tejas de Flowering City no será tan eficiente como el de un techo verde plano con una capa continua de tierra. Aun así, Roel de Boer afirma que sus tejas proporcionan una capa adicional para retener el calor en invierno y ayudar a regular la temperatura dentro del edificio.
La teja de anclaje (izquierda) y las jardineras cónicas son ligeras y están hechas de plástico reciclado. Imagen de Roel de Boer.
Además de albergar flores estéticamente atractivas, el sistema también puede ser utilizado por algunos animales, como las aves, como un nuevo hábitat, según la empresa. La mayor altura del techo, según los diseñadores, puede ayudar a proteger a algunos animales pequeños de depredadores y del contacto humano, lo que puede contribuir a una mayor biodiversidad en ciudades y suburbios.
La presencia de plantas también mejora la calidad del aire alrededor de los edificios y absorbe el ruido excesivo, lo que mejora la calidad de vida si el sistema Flowering City se expande a todo el vecindario. «Nuestras casas ya no son obstáculos dentro del ecosistema, sino trampolines para la vida silvestre en la ciudad», afirma la empresa.
Hora de publicación: 25 de junio de 2019